lunes, 8 de febrero de 2010

KEEP YOUR COINS, I WANT CHANGE


 La semana pasada en un programa de radio, el locutor preguntó lo que puede ser lo más normal y común para todos nosotros -obviamente dentro de un contexto "normal/común"-: ¿Señor cómo esta?, preguntó el locutor.

- Instantáneamente contesté dentro de mí. ¡¿Cómo se supone debe estar?!, perdió, le mataron a su hijo, ¡imbécil!

El entrevistado -con corazón y alma desgarrados- narro los sucesos. Sus palabras fueron las de un padre al que le arrebataron un hijo.

Unas de las declaraciones que el señor hizo fue: “… ya es demasiado, que les den (a los criminales) lo que quieren”.

La entrevista se realizo a uno de los padres de los estudiantes asesinados en Cd. Juárez el pasado 31 de enero.

Sucesos como el narrado me han llevado a cuestionarme: ¿qué estamos haciendo (como estudiantes, como hijos, como ciudadanos, como humanos)?, Sé que como muchos no soy el único que día a día trata de aportar un poquito, un granito de arena, pero también pienso que lo que sea que hagamos no está siendo suficiente. Dentro de todo esto recordé aquella frase de E. Burke:

"El mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada"

Y es que parece ser que los buenos no estamos haciendo lo suficiente pero, ¿qué es lo suficiente?, la verdad es que simplemente no lo sé, depende de cada quien.

Algunos centran en debate en que la economía debiese estar sólo en manos de los privados, otros por el contrario argumentan que debiese estar en manos del Estado. Sea como sea hoy existen millones de personas sufriendo, muriendo por no ver cubiertas sus necesidades básicas. Me veo a mi mismo, miro a mi alrededor y sinceramente me revienta ver la indiferencia de unos para con otros, ver a gente enajenada con la televisión, gente discutiendo por demostrar que sistema político, económico o partido político es mejor, veo a mi al redor personas como yo, jóvenes también enajenados charlando sobre quien injirió mas alcohol el fin de semana, religiosos debatiendo sobre que dios es el verdadero, todo eso y muchísimo más se ha hecho tan cotidiano que no nos damos cuenta que nos dirigimos hacia la autodestrucción y caos. Dice el filosofo Salomón “todo es vanidad”.

La verdad me cuesta, me hiere no ser como otros y ver cosas con “naturalidad”, la realidad hiere y para ser honesto en ocasiones quiero simplemente huir a un lugar mejor, pero creo y, sé profundamente que las cosas se dan por una razón específica para cada uno, en el universo.

¿Qué pasaría si todos por un día diéramos de comer al que no tiene, alojáramos a quien está de paso, acompañáramos al que siente no tener a nadie, si atendiéramos al enfermo?, ¿Qué pasaría?...

Sé que aún hay esperanza, que podemos confiar en otros y que juntos, sólo así juntos, unidos podemos cambiar la desesperanza y dolor, rebasando la lástima y caridad por  misericordia y compasión. AMOR. La esperanza, el cambio está en mí, la esperanza soy yo, está dentro de cada uno de nosotros. Sonreír a otro, un abrazo sincero, compartir y dejar lo que es nuestro para darlo a otro es cambio.

Hacer mientras hacemos, es una gran virtud. 

Me cuesta vivir más el presente que el futuro en mi cabeza, no tengo problemas con el pasado, pero aún debo reconocerlo tengo mucho que aprender de a cuanto ser paciente se refiere. Y en este preciso momento pago el costo de oportunidad  de la libertad, entregar parte de esa libertad por buscar arribar a un lugar estratégicamente mejor en el futuro. El presente como costo de oportunidad del futuro.

¿Por qué no hacerlo?, deribar los argumentos de aquellos resentidos que en ocasiones nos dicen, sigue soñando te darás cuenta más adelante, te rendirás. Defiendo a muerte, pugno por el derecho decada hombre, mujer, niño y anciano a soñar. 

Everybody can dream,  should dream!

No hay comentarios:

Publicar un comentario